El pasado 3 de octubre, el Pazo do Mosteiro, en Pontevedra, se convirtió en el escenario de una celebración íntima y luminosa: la boda de Mehdia Trichen, creadora de contenido, rodeada de amigos, flores y una atmósfera que mezcló tradición, emoción y vanguardia.
Para la ceremonia, Mehdia apostó por un vestido princesa de Atelier Pronovias, con palabra de honor, manga larga y cuello alto. Confeccionado en mikado de seda y chantilly, el diseño evocaba una elegancia sobria y atemporal, con acabados a canto de onda reseguido completamente a mano. El velo de tul, sin capelina, enmarcaba el conjunto con una delicadeza etérea. Más que un vestido, una pieza de alta costura que tomó 50 horas de confección y que hablaba de tradición, artesanía y belleza contenida.
Para la fiesta, Mehdia sorprendió con un segundo vestido que capturó todas las miradas: una silueta etérea con corsé semitransparente bordado en pedrería, envuelto en tul mórbido micro drapeado. El doble escote de tirantes, con un toque de luz en el hombro, y la falda con godets de tul y tupíes de cristal de Bohemia, combinaba a la perfección con las plumas. Una creación de 70 horas que fusiona lo mejor de la alta costura con una estética contemporánea y poética.
Más que una boda, la de Mehdia fue una expresión de estilo y un homenaje a la dualidad femenina, al poder de lo hecho a mano y a la libertad de elegir cómo contar una historia de amor.
Atelier Pronovias acompañó a Mehdia desde el primer boceto, creando dos vestidos que reflejan su esencia: uno clásico y otro rompedor. Dos formas de celebrar el amor, la belleza y la autenticidad.
